Tenemos que hablar de Adam Lanza
Iniciemos señalando un dato que condensa el planteamiento de la responsabilidad psiquiátrica implicada en el terrible matricidio-multihomicidio de menores y adultos.
Como James Holmes en una sala cinematográfica de Colorado y desde el primer caso de grandes dimensiones cuyos protagonistas fueron Dylan Klebold y Eric Harris en 1999, en Columbine, todos tienen una característica común además de ser muy jóvenes, esto es, que se hallaban bajo los efectos de la medicación psiquiátrica.
Las evidencias y los testimonios de una opinión crítica de especialistas y personas afectadas en Estados Unidos son múltiples y diversos y coinciden en señalar que los efectos de la despersonalisación y desubjetivación de la medicación psiquiátrica genera suicidios y homicidios.
Si se considera a James Holmes que espera su sentencia para enero del 2013, la información que se detalla sobre ese caso señala específicamente que no se pueden dar a conocer los medicamentos que su psiquiatra le había prescrito por tratarse de un tema de privacidad médica del paciente.
El periodismo crítico estadounidense señala que tras este manto de opacidad y encubrimiento informativos se encuentra una labor de los abogados de las grandes empresas farmacéuticas que pueden aportar a los condados cantidades extraordinarias de dinero para que esta información no salga a la luz pública.
Si esto sucediera el escándalo generado bajaría el consumo de dichos fármacos afectando los intereses voraces de las empresas farmacéuticas. Imaginemos que James Holmes estuviera tomando entre otros el ''ritalin''.
En el caso de Lanza ocurre algo similar. No se ha dado a conocer si estaba o no en tratamiento y quién era su psiquiatra y menos aún por cuánto tiempo y con qué medicamentos estaba siendo tratado.
El tema de los ''efectos nocivos'' de los medicamentos psiquátricos ya ha estado presente en el congreso estadounidense y el debate se ha relegado o bien se ha diluido en procesos legales y la defensa legal del establishment médico psiquiátrico de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana que elabora e instituye las ya conocidas versiones del DSM -Mental Disorders Manual- que a su vez la Organización Mundial de la Salud impone al planeta entero.
El caso de Holmes es paradigmático pues estudiaba neurociencias y era paciente de la psiquiatra Lynne Fenton que ocupa todavía el cargo de Directora Médica de Salud Mental de la Universidad de Colorado y había sido amonestada por prescribir medicamentos sin receta médica.
Con Adam Lanza la responsabilidad psiquiátrica apenas y ha figurado entre la nota roja y los comentaristas ‘’serios’’. Lo demás conduce al suceso matricida y a la responsabilidad de la propia madre en tanto los niños asesinados recibieron balas proyectadas desde armamento que estaba a su nombre, al nombre de la madre de Adam Lanza.
jueves, 27 de diciembre de 2012
lunes, 8 de octubre de 2012
America this is psychology
Una peculiar fecha en la historia de la Psicología que se enseña en las universidades señala el surgimiento de la Psicología experimental con Wilhelm Wundt en 1879, discípulo del delirante y genial Fechner. Pero el dato revela con toda claridad las huellas de la construcción de una historia y el establecimiento de un discurso que controla sus intereses, delimita prioridades y oculta evidencias.
Lo que hace de Wundt un caso único de un supuesto fundador que no descubrió nada, no genero ninguna teorización importante, no estableció ninguna relación conceptual que perdure hasta la fecha, ni siquiera en el campo de la psicología norteamericana actual. La presencia de Wundt es emblemática, ideológica, pionera. Destaca no obstante, en las presentaciones y la historia de Psichology, que el propio Wundt no aceptó aquello que pretenden atribuirle hoy en día, es decir que se puede hacer de la psicología una ciencia comprobada mediante la experimentación científica.
A su proverbial laboratorio llevó la conciencia para estudiarla científicamente en diferentes rubros de la percepción y el pensamiento, llegando a la conclusión de que tal cosa no podía realizarse en un contexto tan artificial, sin tomar en cuenta al sujeto de esa conciencia.
¿Cómo entonces se puede afirmar que la psicología es una ciencia y Wundt su creador?
¿Pero qué es lo que si realizó Wundt? Escribió 10 volúmenes sobre la Volkerpsichologie, es decir, la psicología de los pueblos, que tendría que haberle valido el nombramiento meritorio de ser reconocido como el padre de la psicología social y no el de la supuesta psicología experimental. Dedujo, que la religión, la estética, el lenguaje, los mitos, y su incidencia en las personas no se pueden estudiar en un laboratorio.
En efecto hoy sabemos que la percepción es un fenómeno del lenguaje.
Una peculiar fecha en la historia de la Psicología que se enseña en las universidades señala el surgimiento de la Psicología experimental con Wilhelm Wundt en 1879, discípulo del delirante y genial Fechner. Pero el dato revela con toda claridad las huellas de la construcción de una historia y el establecimiento de un discurso que controla sus intereses, delimita prioridades y oculta evidencias.
A finales del siglo XIX a quien se consideraba en Alemania como padre de la
psicología experimental era a Fechner. Sin embargo a la hora de presentar la
psicología al mundo los estrategas norteamericanos deciden desplazar a Fechner
y colocar a su principal discípulo, Wilhelm Wundt. ¿Podemos imaginar el
conmovedor y rudimentario laboratorio donde Wundt intentaba estudiar
científicamente los sentimientos? Una ciencia imperfecta se dirá, aún inacabada
dicen aún los psicólogos conductistas cuyo auge se mantiene en los Estados
Unidos, todavía.
El establecimiento de las correlaciones a partir del más destacado discípulo de Fechner y su proverbial laboratorio, con los nuevos enunciados de la moderna psicología, son endebles, difusos, contradictorios, pero han permitido crear una ilusión creíble, una inteligibilidad falaz, de un pasado poblado de importantes descubrimientos y asombrosas correlaciones.
El establecimiento de las correlaciones a partir del más destacado discípulo de Fechner y su proverbial laboratorio, con los nuevos enunciados de la moderna psicología, son endebles, difusos, contradictorios, pero han permitido crear una ilusión creíble, una inteligibilidad falaz, de un pasado poblado de importantes descubrimientos y asombrosas correlaciones.
Lo que hace de Wundt un caso único de un supuesto fundador que no descubrió nada, no genero ninguna teorización importante, no estableció ninguna relación conceptual que perdure hasta la fecha, ni siquiera en el campo de la psicología norteamericana actual. La presencia de Wundt es emblemática, ideológica, pionera. Destaca no obstante, en las presentaciones y la historia de Psichology, que el propio Wundt no aceptó aquello que pretenden atribuirle hoy en día, es decir que se puede hacer de la psicología una ciencia comprobada mediante la experimentación científica.
A su proverbial laboratorio llevó la conciencia para estudiarla científicamente en diferentes rubros de la percepción y el pensamiento, llegando a la conclusión de que tal cosa no podía realizarse en un contexto tan artificial, sin tomar en cuenta al sujeto de esa conciencia.
¿Cómo entonces se puede afirmar que la psicología es una ciencia y Wundt su creador?
¿Pero qué es lo que si realizó Wundt? Escribió 10 volúmenes sobre la Volkerpsichologie, es decir, la psicología de los pueblos, que tendría que haberle valido el nombramiento meritorio de ser reconocido como el padre de la psicología social y no el de la supuesta psicología experimental. Dedujo, que la religión, la estética, el lenguaje, los mitos, y su incidencia en las personas no se pueden estudiar en un laboratorio.
En efecto hoy sabemos que la percepción es un fenómeno del lenguaje.
jueves, 13 de septiembre de 2012
N i e t z s c h e y el fin de la tragedia
En sus postulados sobre Sófocles Nietzsche expone
una tesis cuya ferocidad crítica hacia la racionalidad occidental
está ya claramente desplegada.
Denomina el resultado del pensamiento racional y científico como un “conocimiento trágico”, y denuncia su impotencia para descifrar los misterios menos accesibles y enigmáticos del hombre.
Denomina el resultado del pensamiento racional y científico como un “conocimiento trágico”, y denuncia su impotencia para descifrar los misterios menos accesibles y enigmáticos del hombre.
Tal situación, es
solamente soportable por la presencia del arte. Ese planteamiento, sitúa el
contexto del psicoanálisis y el surgimiento de Freud en su justa dimensión para
abordar lo innombrable, el enigma del hombre, el abismo dionisíaco contenido en
el drama individual de los padecimientos del deseo y del goce.
¿Por qué algunas
opiniones filosóficas afirman que la tragedia ha desaparecido?
La tesis de Nietzsche sobre la tragedia es
simple: el pensamiento moderno abandonó la fuente dionisíaca de creación en su
proceso de desciframiento de lo innombrable.
El filósofo alemán denuncia los probables encuentros entre Sócrates y Sófocles. Se reunían y
hablaban y el filósofo influía en dramaturgo y el devenir de la tragedia, para
siempre.
La escena
de ese encuentro es sugestiva, imaginable, verosímil, incluso cinematográfica y aún así, tan
lejana…..Pero no, para Nietzsche ese abandono de lo dionisíaco fue el principio
del fin de la dramaturgia trágica de la antigüedad.
La tragedia fue el
escenario donde dejaron de enfrentarse las fuerzas vitales, la belleza, la
justicia, el heroísmo, el terrible impulso de vivir, la verdad.
Junto con este
abandono de lo dionisíaco se desplazo un principio esencial de individuación
que Nietzsche toma a su vez de Schopenhauer:
“el conocimiento fundamental de la unidad de todo lo
existente, la concepción de la individuación como la razón primordial del mal,
la belleza y el arte como la alegre esperanza, de que se puede romper el hechizo
de la individuación, como el vislumbre de una restaurada unidad”. Nietzsche,
Sócrates y la Tragedia Griega, Biblioteca Nueva, p 169.
La presencia de de estos planteamientos serán determinantes en la filosofía y no han sido ajenos a la tradición filosófica, en pensadores
como Hölderlin, Schelling y Hegel, y retomado posteriormente por autores como
Agamben,o Bataille, cada uno a su manera.
Se
trata de ese principio referido a la tendencia dionisíaca, es decir al impulso
a superar los límites de lo individual y reencontrarse con la naturaleza,
reconciliándonos con ella aunque sea de una manera “desesperadamente
breve” que Bataille propone rompiendo toda atadura reivindicando el
violento goce del extravío.
En síntesis las dos
formulaciones básicas de nietzsche:
1) el abandono
paulatino de la inspiración dionisíaca de la creación artística a partir de
Sófocles.
2) las
consecuencias de dicho abandono en el principio de individuación subjetiva.
martes, 21 de agosto de 2012
Michel Foucault y la violencia de los discursos en: La genealogìa del racismo
En la biografía de Michel Foucault
destaca el dato sobre sus intentos de suicidio relacionados a su
homosexualidad. Pudo sin embargo lograr una resolución subjetiva al margen del
psicoanálisis al cual situaba entre las prácticas de la confesión, sin entender los planteamientos de su contemporáneo el psicoanalista Jacques
Lacan. No obstante esta incomprensión de origen con el psicoanálisis pudo abrir toda una corriente de
pensamiento inédita en los Estados Unidos donde expuso con plena libertad su
pensamiento sobre la sexualidad. Su
influencia fue decisiva en el origen de los Gays and Lesbian Studies cuyos
teóricos han establecido las transformaciones de las prácticas sexuales en
relación a los dispositivos discursivos del poder. Su influencia en Lacan fue decisiva en un momento crucial del retorno a Freud que se puede rastrear en su texto ''¿que es un autor?'' cuyas implicaciones son ampliamente abordadas por Jean Allouch en su libro Letra por Letra.
Desde 1970 hasta su muerte por una enfermedad asociada al diagnóstico de SIDA, Foucault impartió regularmente seminarios en el Collage de France.
Desde 1970 hasta su muerte por una enfermedad asociada al diagnóstico de SIDA, Foucault impartió regularmente seminarios en el Collage de France.
Presentación
En la La genealogía del
racismo,
Foucault se propuso analizar la relación de oposición entre conjuntos
poblacionales. Descifra el modus operandi del Estado, sus instituciones
y las relaciones de confrontación permanente de tales entidades contra los
integrantes de la sociedad. Los conceptos abordados son de interés general y de
actualidad ya sea que pensemos realidades tan distantes como la invasión
estadounidense a Irak, o la realidad sociopolítica de México.
EL
DISCURSO DE LA GUERRA
En torno a
la guerra se organiza el primer discurso histórico político de las
organizaciones humanas y la violencia constituye el fundamento de la
organización política de los Estados, para los cuales, la política es la
continuidad de la guerra. Foucault invierte la afirmación de Clausewitz en el
sentido de que “la guerra es la continuación de la política” y genera una
hipótesis del trabajo crítico sobre las relaciones de poder. Dicha inversión
permite a su vez una serie de postulados de mayor alcance:
1)
La paz social generada por la política detiene las
confrontaciones, pero no suspende los efectos de la guerra ni neutraliza el
desequilibrio resultante de una contienda armada. Por el contrario, la política
afirma los efectos de la guerra y la inscribe perpetuamente a través de la
institucionalización de las relaciones humanas y el contrato social. Se
instituye la legalidad de las relaciones económicas desiguales a través de la
regulación del trabajo. También la salud y la enfermedad se definen desde el poder.
Así: la política, “es la sanción y el
mantenimiento del desequilibrio de las fuerzas que se manifestaron en la
guerra.”[1]
Por tanto, aun cuando la política acota y controla la irrupción de la
violencia, la confrontación sangrienta permanece en estado latente y emerge de
nuevo de manera irreprimible.
2)
La segunda consecuencia en la subversión de la frase de
Clausewitz significa que las luchas políticas contra el poder y por el poder,
son la continuación de la guerra.
3)
Cuestionando la eficiencia democrática, la inversión del
aforismo de Calausewitz supone que únicamente las armas tienen la última
palabra. Solamente el enfrentamiento armado puede modificar los vínculos reales
de fuerza y poder: “no existen formas históricas de poder, cualesquiera que
sean, que no puedan ser analizadas en términos de dominación de unos sobre
otros”.[2]
Las relaciones de fuerza
están mediadas por las leyes y el derecho impuestos por los vencedores para
mantener un estado aparente de no guerra. Los ejemplos a escala internacional
resultan más claros que a nivel local, pero en ambos casos los intereses de los
más fuertes están asegurados por la vía del derecho impuesto tras la guerra. El
Estado y su organización compleja de leyes e instituciones mantiene una
violencia cuya manifestación abierta funciona a niveles operativos de
dominación represiva e ideológica.
viernes, 17 de agosto de 2012
¿Qué medicamentos tomaba James Holmes?
‘‘El Guazon’’
La información noticiosa y
periodística estadounidense presentó un evento de alto raiting televisovo con hechos
dispersos y confusos, sobre un asesinato más en aquella nación. Si también
allá. También en los Estados Unidos se puede observar cómo el lenguaje noticioso
blanquea la realidad, la hace tolerable, digerible, aceptable, incluso
entretenida. Un joven de 24 años decide presentarse a una función de Batman en
julio del 2012, para matar a 12 personas y herir a 58, como si estuviese en
dentro de la filmación y se hubiese adentrado en la lógica ficticia de héroes y
villanos hasta perder la línea que separa entre la ficción y la realidad. El presunto
asesino se identifica con el villano ‘‘Guazon’’
y atribuye a los ahí reunidos una simpatía por Batbam, así que decide darles un
escarmiento de una manera deshumanizada, con la misma frialdad que en las
películas de Holywood. Con la diferencia de que esta vez Batman no llegó a
tiempo para evitar el multihomicidio. Las notas periodísticas no indican en qué
momento de la función el enloquecido villano inició el tiroteo, tal vez para no
darle al suceso elementos para una narrativa de mayores alcances de
irracionalidad social, que es en la que viven muchos millones de
estadounidenses. También allá. Se gesta así una narrativa del horror al
interior de una sociedad donde adquirir armas es algo accesible para cualquier
ciudadano. La lógica democrática del consumo no distingue entre los
trastornados y las personas morales que adquieren armas. De hecho una de las consecuencias del tiroteo
sangriento en la función de Batman consistió en la adquisición masiva de
licencias para portar Armas en el estado de Colorado. Ahora los indecisos han
elegido: hay que estar armado para una eventual y cada vez más probable defensa
contra ataques de enloquecidos ciudadanos estadounidenses criminales. También
allá.
¿Pero qué ocurrió a Holmes para
haberse precipitado de esa manera en semejante locura criminal? No se puede
reducir el suceso a una pérdida de la razón propiciada por la versión de la realidad
a la que tienen acceso la media estadística de los ciudadanos estadounidenses,
a través del cine y de lo que llamamos su ‘’cultura’’. Por más que los
estadounidenses ‘’promedio’’ vivan sin un parámetro confiable sobre la
‘’realidad’’ debe existir más información que nos ayude a entender el caso del
violento y joven asesino. Es un suceso al que tendríamos que sumar otros como el
de Harris y Klebold en Columbine donde los jóvenes protagonistas también se
conducen desde la locura asesina, sin una explicación lógica, entendible, con una
completa pérdida de los parámetros de la realidad. ¿Existe algún hilo conductor
entre estos casos que nos permita articular un planteamiento lógico, que de
cierta coherencia a lo que ocurre tras estos repetidos actos de locura sujetos
singulares?
En primer término tendríamos que
preguntarnos que causa la locura. La pregunta por sí misma no garantiza que las
respuestas nos conduzcan hacia la verdad pues existen distintas explicaciones y
no hay posibilidad de una comprobación científica de laboratorio como puede
ocurrir en las ciencias duras donde se trata de la materia y de niveles
complejos de abstracción teórica. En este caso no existe una explicación
teórica paradigmática que se ostente bajo el criterio de la falsación
científica. Todo parece indicar que se trata más bien de una controversia de
interpretaciones encontradas donde se halla en juego la verdad de aquello que es
auténticamente humano.
No sabemos a ciencia cierta que
es la locura aunque tengamos nuestras hipótesis. También puede ocurrir que la
explicación científica no sea sino una versión ideológica manipulada por
intereses políticos para orientar y conducir a los que salen de los parámetros
de la normalidad psíquica y son sujetos políticamente inconvenientes.
De inicio los científicos norteamericanos nos dicen que la
locura se halla motivada por anomalías en el funcionamiento cerebral cuya
fisiología deficitaria se halla correlacionada con aspectos genéticos y
hereditarios. Existen diversas hipótesis que se refieren al hipotálamo y la
manera en que su mal funcionamiento genera diversos tipos de problemas,
incluyendo el ‘’cerebro deprimido’’. En esta parte de la explicación ya no se
trata de una persona deprimida sino de un cerebro deprimido o de ideas
violentas generadas por el cerebro enfermo. El sujeto humano, desde esta
perspectiva desaparece del campo de explicación supuestamente científica. Hay
que tratar al cerebro enfermo no a la persona.
Como se sabe el cerebro enfermo y
el hipotálamo deficitario no producen las sustancias neurotransmisoras en
cantidades adecuadas por lo cual el estress ordinario puede llegar a generar
grandes problemas. En consecuencia el tratamiento consiste en restablecer la
producción y el metabolismo de esas sustancias y el malfuncionamiento del
sistema nervioso central. De esta manera las empresas farmacéuticas en los
Estados Unidos crecen y generan cantidades multimillonarias.
Con respecto a James Holmes no se
suicida como si lo hicieron Harris y Klebold en Columbine y será el sistema judicial quien decida si
merece la pena de muerte, o se le otorga el derecho a vivir en una cárcel por
el resto de su vida tomando psicofármacos. La instancia acusadora se halla ante
la posibilidad de condenarlo a muerte si su defensa no logra demostrar su
condición de enfermo mental y por tanto por haber actuado sin plena posesión de
sus facultades mentales, de ser ‘‘mentalmente incompetente’’.
Pero existen otras
características únicas y probablemente irrepetibles que distingue a James
Holmes y le definen como un sujeto verdaderamente sintomático de la cultura estadounidense
que es al mismo tiempo un modelo de la cultura occidental que tanto determina
nuestra concepción de la realidad.
En primer lugar tenemos su
condición de estudiante de neurociencias cuyos objetivos son el estudio de los procesos
fisiológicos, microscópicos, neuronales y sus trastornos bioquímicos que
generan sufrimiento y anomalías en la conducta. Es decir que Holmes probablemente
buscaba una explicación a su propio sufrimiento, una respuesta para sí mismo.
Esto se confirma con el hecho de que Holmes pidió ayuda a la psiquiatra Lynne
Fenton que ocupa el cargo de Directora Médica de Salud Mental de la Universidad
de Colorado donde el propio Holmes estudiaba neurociencias.
De esta manera la urdimbre de implicaciones
éticas y legales, médicas y farmacológicas empiezan a tomar una complejidad
similar a la trama de una novela de realismo extremo, hilvanada en el contexto
de una película de ficción. La
conjunción de elementos e información disponible, que distribuye las posibles
responsabilidades, incluye el alegato judicial de no dar a conocer ante la
opinión pública el contenido de un cuaderno que el paciente Holmes hizo llegar
a su psiquiatra en el cual se presupone que detalla la anticipación de su
terrible acto criminal. La fuente
informativa Mail on line (visitada el
1 de agosto) detalla que la doctora Fenton, se prescribía a sí misma, en el
2005, un ansiolítico de nombre Xanax y a su marido le prescribía también medicamentos
para dormir. Este hecho fue registrado pues las autoridades de la universidad
hicieron una amonestacióna la doctora, por no indicar en un registro médico la
prescripción que estaba dándose a sí misma y a su esposo. El suceso fue
documentado por la cadena 7NEWS a partir de los recientes acontecimientos.
La práctica psiquiátrica es una
práctica de medicación que forma parte de una robusta actividad empresarial que
conforman el mapa de la cultura de la salud mental de los estadounidenses que
incluye también a sus especialistas, a los neurólogos, a los médicos y los
psiquiatras. Y ahí en ese escenario estaba James Holmes estudiando neurología. Todos
ellos coinciden en explicar el comportamiento humano, sus estados emocionales y
afectivos en función de la fisiología del tejido cerebral.
Uno de los temas de especial
cuidado sobre el caso se refiere a los medicamentos que tomaba Holmes, pues existe
información previa bien documentada por el congreso estadounidense sobre los
efectos de Prozac ampliamente asociados con las conductas homicidas y suicidas
de los pacientes que las ingieren como parte de un tratamiento. Así que en esta
narrativa de sucesos se incluye con toda seguridad al mismísimo gobernador del
Estado de Colorado, y desde luego a los abogados que acusan y los que defienden
y a los representantes legales de las farmacéuticas para quienes el ingreso de
millones de dólares es realmente un asunto muy serio. Así las cosas ¿conoceremos
qué medicamentos hestaba tomando Holmes? Hasta hoy no se conoce esa
información. Dificilmente se diría ‘’si, Holmes tomaba Prozac antes de su
crimen’’. Es de imaginarse la enorme reducción de prozacs ingeridos durante los
siguientes meses de la noticia.
Como en otros casos los abogados
especializados de las farmacéuticas maniobran con pericia para que el tema no
se centre en la prescripción legal de fármacos que generan conducta violenta,
suicida y homicida. También estaba presente una historia de medicación
psiquiátrica en el caso de Columbine de los adolescentes Klebold y Harrys. No
se trata de casos aislados, sino de sucesos acallados por los poderosos medios
de incomunicación. Se sabe también de lamentables suicidios en otras
instituciones no educativas como en el ejército estadounidense, la US Army,
donde soldados tratados pisquiátricamente han terminado por suicidarse. Desde
luego se trata de información confidencial. En lo que no sabremos en el
porvenir del Jame Holmes, una de las coartadas posibles será la de señalar a la
Dra. Fenton como posible responsable en cuanto a la prescripción de dosis
inadecuadas del medicamento. Si las dosis o el medicamento no fueron los
adecuados, se dirá, la prescripción precisa hubiese dado resultados distintos.
También es probable que Holmes
sea confinado por el resto de su vida tomando medicamentos que lo mantendrán
como un sombie el resto de su vida, si no se ‘’suicida’’ antes, sin posibilidad
de acceder a la verdad que el trataba de encontrar sobre sí mismo, en las
explicaciones neurofisiológicas y la naturaleza del funcionamiento cerebral,
neuronal, sináptico, molecular, microscópico y científico de su sistema
nervioso central.
Para finalizar señalemos que
Holmes no solo buscó ayuda sino que en cierto momentos manifestó sus
inclinaciones destructivas. Al respecto existe una prueba importante. Se trata
de un paquete que contiene entre otras cosas un cuaderno que Holmes había
enviado a su psiquiatra la Dra Lynne Fenton en el campus de la universidad,
poco antes de anunciar que dejaría sus estudios de neurociencias. El paquete
fue incautado por las autoridades el 23 de julio, tres días después del
terrible suceso. La autoridad señala que esa información debe permanecer
confidencial y protegida en función de que se trata de una relación privada de médico paciente. Las
partes en conflicto no han apelado esa solicitud de confidencialidad.
Las coincidencias han querido que
también el caso de Columbine exista una
información confiscada por parte de la policía, de otro cuaderno de uno de los
adolescentes del caso Klebold y Harris, pues se ha considerado que no es
conveniente dar a conocer los contenidos de los cuadernos de una persona
trastornada y enferma. En la nación donde hay una gran libertad para la
compraventa de armas, esa información privilegiada sobre los sujetos, la
singularidad de sus vidas y padecimientos, permanece inaccesible al público.
Una nota de las que circularon
sobre el desafortunado James Holmes anotaba lacónicamente lo siguiente: ‘’El joven procesado estudiaba Neurología en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado y podría haber tenido una
vida muy feliz’’.
Algunas fuentes afines de consulta en línea:
viernes, 3 de agosto de 2012
Lengua subversiva
Eyaculante y perversa, promiscua y
seductora, elitista y subyugante.
Atadura del universo del sentido, la lengua trata de estallar sus conjeturas con la arrogante permanencia de su juventud y de su poética impostura, al fin atada y sometida al imperio del signo.
Atadura del universo del sentido, la lengua trata de estallar sus conjeturas con la arrogante permanencia de su juventud y de su poética impostura, al fin atada y sometida al imperio del signo.
Palpitante, acelera el pulso del poeta
que se afana en extenuarla siendo su medio y su vehículo.
Insensible, avanza inexorable haciendo
de su cuerpo un sobrante de la operación de la vida.
Dictaminadora, la lengua se abre paso a
dentelladas y materializa la orgía de sus posibilidades, inyectando los flujos
de su linaje.
Ingenua, escribe más de lo que
intenta y domina el espacio temporal de su incertidumbre.
Indiferente, sigue cobrando cuando abre
sus piernas, como gran puta, para que el lector intente deleitarse en ella, con
fingido orgasmo de lectura.
Exabrupta, acoge a quien sea y modifica
su dirección y su sentido con el antojo de su astuta decadencia.
Monótona, sigue las reglas y yace
boquiabierta, concentrada y exhausta en la metáfora y el canto riguroso de su
exterminio.
Insurrecta, se deja ordeñar para que el
usuario se alimente de su sangre que violenta el vuelo antropofágico, ceñido a
la oscura caverna del sueño.
Virulenta, no se limita al sinsentido y
arroja fuegos libertarios que se consumen con el instante asiduo que
instrumenta.
Desconcierta al tejedor de estambres
enmohecidos en poetricidades macilentas e infames poetideces que atormenta su
paisaje ennegrecido.
Agotada, yace, casi muerta hasta que
de nueva cuenta sea estremecida la carne que interpreta, el oscuro latido de su
oleaje henchido en la playa tan marchita y tan desierta.
Sorpresiva, resurge en el momento menos
asistido entre las rocas y los cristales del planeta a cuya órbita sigue
encadenada en cada letra.
Inasible y pluscuanperfecta se
escabulle en la postal que envía sin remitente activo al destinatario incapaz y
al cajón del silabario.
viernes, 3 de febrero de 2012
En el principio era la servidumbre
En el principio era la servidumbre
A Hegel debemos el mito de la confrontación del origen de la humanidad: el vínculo del Amo y el siervo. Es uno de los pensamientos filosóficos más sugerentes sobre la relación política, institucional, administrativa, doméstica, de la condición humana. El siervo y el amo protagonizaron el rompimiento del grado cero de la historia y el inicio de su dialéctica. En el principio era la dominación pero también la confrontación sangrienta. El siervo debía abandonar su servidumbre como condición necesaria para iniciar una dialéctica de humanización con nuevos horizontes. Pero el precio tendría que ser alto, solo arriesgando la vida podría humanizarse. La verdad de la condición existencial se hallaba del lado del ciervo pues el Amo evitaba cualquier riesgo a su dominio. La confrontación a muerte era la única posibilidad. No es el único relato de origen cuya escena sea la confrontación sangrienta. También el relato de Caín y Abel escenifican el origen de confrontación sangriento de lazo íntimo y filial. Pero el más significativo es el crimen que da inicio a nuestra era: asesinato de Cristo. Pero volviendo a Hegel, bajo la amenaza del aniquilamiento, el siervo decide un día, salir de su servidumbre. ¿Por qué los líderes mundiales no han instituido el día internacional de la servidumbre? Porque ese sería el día en el cual se abriría la modificación de las condiciones discursivas del sometimiento. Arriesgando la vida y el cuerpo que no le pertenecían, el siervo hubo de apropiárselos, aunque no fuese sino para morir como un sujeto humanizado. Desde que se inicia la organización histórica de la esclavitud se posibilitaba al mismo tiempo la posibilidad de la insurrección. La esclavitud de los animales es sin esperanza de insurrección. Sin conciencia de la subordinación de su existencia el siervo se acerca a la condición de las bestias del rebaño. Sin lenguaje no hay liberación posible. Y ahí tenemos nuestro escenario civilizatorio. Nuestra especie inicia su recorrido por el mundo desde el mito del origen de la subordinación al Amo, que paradójicamente le da estructura para existir socialmente. Eso explica nuestra dificultad para abandonar el recinto de la codependencia amorosa de la servidumbre voluntaria, hacia nuestros amos y semejantes, los pequeños despóticos allegados, los jefes, los funcionarios en turno, los padres, los tlatuanis, los maestros, la madre todo poderosa. Salir de las redes del discurso del amo es incluso una inclinación contraria a la tendencia de la naturaleza social del rebaño familiar, escolar, social. De hecho es contra la naturaleza del propio origen, de la subordinación histórica al rey, al santo padre, a la iglesia, a los propios padres, la educación recibida, el Estado, la tradición, y las modalidades discursivas e ideológicas de la cultura. Es el marco referencial para entender la psicopolítica. En este contexto el psicoanálisis nos revela que es el deseo que hacemos propio, la condición necesaria para salir del enfrentamiento permanente contra el amo. La confrontación no es fructífera si no hay posibilidad de interrogar nuestras ataduras de dominio y servidumbre. En el mito de Hegel hubo entonces un mítico primer día de la historia, cuando el siervo decide, sin conocer el alcance de su acto, la mecánica del movimiento histórico. Si fuera por el amo no habría historia sino una continuidad de dominio permanente, sin síntomas de desobediencia o insubordinación. Algo similar a lo que los defensores del fin de la historia proclamaron con el colapso del la URSS y sus zonas de influencia. El descarado “triunfo” del proyecto industrial-mercantil de civilización ultra capitalista. De ahí el arte difícil de educar ejecutivos para la servidumbre de los negocios. Ha de hacérseles creer que podrán ser, si se lo proponen, líderes regionales, cuando en realidad pasan a formar parte del andamiaje de la servidumbre gerencial. En cuanto al amo en la antigüedad, conforme los dioses antiguos se desprestigiaban y el nacimiento del nuevo Dios Cristo no tenía todavía lugar, el amo era el Cesar, pero a partir del cristianismo un solo amo tripartito impidió, la proliferación de Amos para concentrarse en los Reyes, el reinado de amos terrenales, que contaban con el apoyo divino. La función política de Dios consistió en mantener un lugar por encima de cualquier amo incluso con su discurso dogmático. Incluso el Papa se remite a Dios para justificar el dominio antidemocrático del Vaticano. Cuando llegó el capitalismo la lógica del plus valor ocupó esa función divina de representar el poder absoluto y para ello se hizo laico, sin cortar del todo con su vínculo religioso. Los ‘’amos’’ se siguen reproduciendo con su misma vocación de dominio, se niegan a someterse a la ley, a las reglas del bien común, y utilizan una simulación de conteo de votos inducidos y programados al que denominan democracia. Los amos del capitalismo también luchan para no ser gobernados ni alcanzado por la ley. Siendo la del capital la única ley todo poderosa la progresiva ausencia de normas parece ser la divisa del nuevo proyecto civilizatorio mercantil.
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