sábado, 30 de abril de 2011

C I N E PARA A D U L T O S

C I N E      P A R A     A D U L T O S





En la magnífica cinta El anticristo, el talentoso danés Lars Von Trier, hace posible un despliegue de abordajes diferentes aunque acotados. En estas líneas de presentación podemos tomar un interrogante sobre la ‘‘terapia’’, la cura, la pulsión de muerte. El escenario se sitúa en la vinculación madre, hijo, padre. La muerte accidental del hijo de ambos constituye para ella el detonador de lo imposible que la constituye como sujeto. Podemos sin embargo seguir el tropo del filme y plantear las cosas desde la perspectiva más digerible sobre un tema conocido por muchos universitarios sobre las dificultades subjetivas para la elaboración de un trabajo de tesis. La investigación que podría permitirle a ella elaborar algo de su goce ante el faltante activo de la castración, la culpa y el castigo, encuentra el escollo de una imposibilidad, la roca viva que impide su avance sobre lo real. Lo subsecuente es el ‘‘accidente’’ del pequeño. El significante que da cuenta de la falta subjetivante no llega. Las consecuencias entonces estallan y el ‘‘terapeante’’ termina por facilitar el pasaje que el odio del inconsciente precipita. Algo que por cierto ocurre en el ámbito terapéutico. De ahí la opción diferente de hacer un análisis.

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