miércoles, 4 de septiembre de 2013

La sombra de tu perro de Jean Allouch una lectura de los amores perros en el psicoanálisis

‘’….¿por qué les reprochas su silencio a los demás
si tú mismo permaneces silencioso?’’ La respuesta es fácil:
porque soy un perro. En lo esencial tan cerrado como los otros,
ofreciendo resistencia(Widerstand) a mis propias preguntas,
duro a fuerza de miedo (Angst)’’   Kafka Investigaciones de un perro. Citado por Allouch

Jean Allouch en su libro La sombra de tu perro propone una reapertura de las lecturas posibles del psicoanálisis contemporáneo y la lectura del lugar de Freud como sujeto supuesto saber expresado en el testimonio de Sidonie Csillag, la proverbial joven homosexual que alguna vez recibiera Freud en su consultorio.  

El texto biográfico que aparece con el seudónimo de Sidonie Csillac de Ines Rieder y Ana Voigt conjunta una información que se diversifica en distintas direcciones. A los 97 años, dos antes de morir, Sidonie mantiene la voluntad para hablar sobre su encuentro con Freud de una manera intensa y consistente con su vida. Las implicaciones de ese testimonio y en el caso singular de Sidonie, a través de su voz, permite a Alloucha considerarla, en tanto voz, como el objeto petit a, para presentar una variante distinta a la interpretación de Lacan sobre el caso de la joven homosexual. 
(Según se nos hace saber fue gravado su testimonio)

Una de las direcciones que diversifica el texto de Rieder y Voigt, lo contextualiza el texto de Allouch, pues el caso de la joven –y bella- homosexual, presentado por Freud es que elige Lacan para hacer su lectura del objeto petit a en la transferencia, objeto, cuya teorización data de 1963, 10 años después de su RSI y su retorno a Freud.

En el seminario de la angustia el planteamiento de Lacan sobre Freud no es ya un retorno a… sino una lectura de la conducción que hace Freud de la bella joven homosexual. Así el texto de Allouch nos permite situarnos en tanto post lacanianos, en el sentido de colocación analítica para leer a Freud en este tiempo cuya travesía nos ha sido dada.

Tal labor supone de entrada la premisa de los dos retornos a Freud de Lacan y el análisis de esos retornos y sus implicaciones y consecuencias en la lectura de Lacan, cuya lectura propone Allouch en su obra escrita, aportando elementos a la lectura posible de los seminarios de Lacan y los textos de Freud, después de Lacan.

Es lo que sucede con la lectura de Pegan a un niño, y que surge respondiendo a las fantasías masturbatorias de Ana Freud. Existe un elemento de coincidencia en el hecho de que también Sidonie asistía al mismo diván en ese tiempo donde las dos jóvenes se recuestan en el diván de Freud. Para ambas la posición del inventor del psicoanálisis se define en tanto demanda del padre, que se adhiere a la demanda del padre de Sidonie, en un caso y a su vez en su propia demanda de padre de su hija Ana.

Con este antecedente y con la lectura del texto de Allouch y al leer nuevamente el texto de ‘’Pegan a un niño’’ me encuentro de nueva cuenta con la potencia creativa de la escritura freudiana con la clara evidencia de que estamos ante un discurso estructurado a la manera del discurso científico (gracias a lo cual Ana debe en buena medida, no haber enloquecido ante la posición de haber sido la analizante, enfermera, hija, secretaria, representante, heredera, alumna, de un Freud que protagoniza el PapaAnalisis -palabreta de mi ocurrencia y no la de Allouch-). 

Un discurso de Freud estructurado científicamente, es decir escindido en su estructuración con respecto a la verdad del sujeto Freud. Un discurso ‘’teórico’’ de un autor colocado en la posición de padre de su teoría, con todo y que se trata de un discurso que da origen a una nueva práctica y una nueva concepción de lo humano.

Con Sidonie ocurre un engaño donde Freud responde para no caer pero habiendo caído para entrar activamente en el juego de su propia transferencia hacia la joven homosexual. Es el preámbulo para el planteamiento del haber ‘dejado caer’ de Freud de la joven homosexual, remitida con una analista mujer que a su vez lleva un control con Freud para triangular una vinculación que se reedita también entre Ana Freud, y Lou Andrea Salome. La triangulación Sidonie, Freud-padre y la amante vienesa Leonie von Puttkamer del tiempo del tratamiento.

Allouch hace la lectura de Lacan al analizar el fracaso de Freud con la joven homosexual. Tal lectura nos posibilita una mejor posición analítica en relación de lo que supone conducir un análisis teniendo en cuenta los planteamientos sobre la transferencia y el objeto petit a, que hay que leer despaternalizando la conducción de Freud como amo, lo cual nos compromete de mejor manera en el psicoanálisis de hoy y que es una de las razones por las cuales el libro es de ya recomendable.

Allouch propone una formulación accesible para todos que vale reproducir en este punto: El límite del análisis de Freud no es otra cosa que el lugar de Freud como padre del psicoanálisis.

Pero ¿de qué manera el amor de transferencia puede ser muy perruno?  

Desde Berganza y Cipión que son los seudónimos de Freud y Eduard Silverstein recreando a su manera el castellano de Cervantes, referidos por Allouch, pasando por el perro de Sidonie, hasta los perros que recorrían la casa de los Freud, la desexualizacion opera favorablemente contra la bestialización y a favor de la domesticación.

Es evidente que no se le podía pedir todo a Freud pero si se podemos desmitificar su figura, y despaternalizar el estilo de la transmisión, las jerarquías que inspira y el despotismo que ha justificado su amor, en el padre, cuya destitución se facilita –se falicita- de su posición del demandante al mismo tiempo que sostenedor de la ley. Por el bien del psicoanálisis.

¿Qué consecuencias genera, si no,  que los albaceas y funcionarios de la API mantengan bajo llave hasta el 2049 cartas escritas por Freud y en torno a Freud? Si el análisis se trata de no ocultar  ¿para qué fomentar el ‘’resguardo’’ de la información?






Apunte y huellas dispersas de lectura del libro La sombra de tu perro
·      
        El límite del análisis de Freud no es otra cosa que el lugar de Freud como padre del psicoanálisis.

·         Una práctica analítica basada en el análisis como el espacio de un objeto parcial y no el del analista como lugar donde yace enquistado el objeto parcial falicizado, debido al empaternamiento freudiano

·         Freud, dice Lacan, señala la angustia de castración como límite del análisis, porque él seguía siendo para su analizado al sede, el lugar del objeto parcial

·         La demanda del padre elevada a la ley

·         El padre es aquel en quien la demanda equivale a la ley

·         La ley es el deseo- Lacan

·         El padre seductor deja de ser padre por eso no hay ‘’padre seductor’’

·         ¿Por qué Freud no pudo cuestionar la demanda del padre de la joven homosexual?

·         Porque estaba comprometido él mismo demandando a Ana. Le demandaba no separarse de él y le ofrecía a cambio a Lou Andrea Salomé con el beneficio de mantenerlas para sí a su cuidado en el amor al padre. Ese triangulo amoroso!!!

·         Destituir al padre es decir no darle lugar a su demanda .......en el caso de la joven homosexual

·         El caso de la joven homosexual que Lacan elije para expresar la nueva concepción de la transferencia que resulta de la invención del objeto petit a

·         Llevar el análisis más allá del complejo de castración

·         Freud seguía siendo para su analizado la sede del ese objeto parcial la sede de ese objeto parcial Allouch pag 24

·         ‘’el falo está positivizado y eso es lo que vuelve insostenible la súbita puesta en relación de ese ´´fi´´ con petit a, pag 30

·         El ‘’dejar caer’’ es el nombre que Lacan da a esa renuncia de Freud ante la joven homosexual justo en el momento en el que descubre el rechazo a los hombres derivado de la relación con el padre.

·         La envía con una colega mujer que se halla en control con Freud con lo cual se hace de nuevo un tríangulo que repite el del padre-joven homo-y la amada, el nuevo triángulo es la analista, la joven y Freud.

·         Freud deja caer a la joven porque se niega a correr el riesgo de ser abandonado y entra de esa manera en el juego imaginario de la transferencia.


·         Se trataba de dejar caer la mirada del padre






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