Lengua subversiva
Eyaculante y perversa, promiscua y
seductora, elitista y subyugante.
Atadura del universo del sentido, la lengua trata de estallar sus conjeturas con la arrogante permanencia de su juventud y de su poética impostura, al fin atada y sometida al imperio del signo.
Atadura del universo del sentido, la lengua trata de estallar sus conjeturas con la arrogante permanencia de su juventud y de su poética impostura, al fin atada y sometida al imperio del signo.
Palpitante, acelera el pulso del poeta
que se afana en extenuarla siendo su medio y su vehículo.
Insensible, avanza inexorable haciendo
de su cuerpo un sobrante de la operación de la vida.
Dictaminadora, la lengua se abre paso a
dentelladas y materializa la orgía de sus posibilidades, inyectando los flujos
de su linaje.
Ingenua, escribe más de lo que
intenta y domina el espacio temporal de su incertidumbre.
Indiferente, sigue cobrando cuando abre
sus piernas, como gran puta, para que el lector intente deleitarse en ella, con
fingido orgasmo de lectura.
Exabrupta, acoge a quien sea y modifica
su dirección y su sentido con el antojo de su astuta decadencia.
Monótona, sigue las reglas y yace
boquiabierta, concentrada y exhausta en la metáfora y el canto riguroso de su
exterminio.
Insurrecta, se deja ordeñar para que el
usuario se alimente de su sangre que violenta el vuelo antropofágico, ceñido a
la oscura caverna del sueño.
Virulenta, no se limita al sinsentido y
arroja fuegos libertarios que se consumen con el instante asiduo que
instrumenta.
Desconcierta al tejedor de estambres
enmohecidos en poetricidades macilentas e infames poetideces que atormenta su
paisaje ennegrecido.
Agotada, yace, casi muerta hasta que
de nueva cuenta sea estremecida la carne que interpreta, el oscuro latido de su
oleaje henchido en la playa tan marchita y tan desierta.
Sorpresiva, resurge en el momento menos
asistido entre las rocas y los cristales del planeta a cuya órbita sigue
encadenada en cada letra.
Inasible y pluscuanperfecta se
escabulle en la postal que envía sin remitente activo al destinatario incapaz y
al cajón del silabario.
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